Los jueces de Daniel Guillén, Ana Lía Larrea y Renato Roca, rechazaron un reclamo de la Defensa y confirmaron la decisión de la jueza de la Niñez, María Julia Camus, de considerar sospechoso de un homicidio simple con dolo eventual (penas de 8 a 25 años) al menor de 17 años que atropelló y mató a Lucía Rubiño (16), el pasado 15 de octubre en el interior del barrio Profesional, Rivadavia. Para el tribunal, la jueza no fue arbitraria y actuó sin vulnerar garantías o derechos del imputado.
En su apelación, el defensor, Nasser Uzair, cuestionó la actuación de la jueza. Entre otras críticas, dijo que la calificación era nula y no podía atribuírsele al menor, porque en la misma causa hay otro imputado que es mayor (Juan Pablo Echegaray, 18 años, hijo de un juez). Y la ley procesal establece que no se puede imputar a los menores un delito más grave que el atribuido al mayor, en este caso homicidio culposo.
Según fuentes judiciales, el tribunal consideró en cambio que, durante la investigación, la calificación de los delitos es provisoria y no requiere de la certeza que, sin embargo, debe alcanzar en un juicio, algo que aún no sucede. Además, opinaron que luego de los eventuales juicios para ambos y con un resultado más favorable para el mayor, se puede pedir una revisión para equiparar a esa posible sentencia la situación del menor.
El siniestro ocurrió sobre la calle Zonda, metros al Sur de Paraná. Echegaray conducía hacia el Sur una camioneta Toyota a baja velocidad, apenas invadió el carril contrario y frenó cuando el auto del menor, un Renault Sandero, se le vino encima. El conductor de este último vehículo transitaba en sentido contrario, buscó esquivar a la camioneta, pero se fue contra el grupo de chicos donde estaba Lucía, que no pudo escapar y terminó aprisionada contra una pared
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